lunes, 20 de mayo de 2013

Jabalíes a cientos


Control de urracas con jaulas trampa

       La mayoría de los cazadores tratan a la urraca como alimaña, considerándola perniciosa para los intereses cinegéticos por su depredación sobre las poblaciones de especies cinegéticas, como la perdiz, al consumir los huevos de estas o pequeños polluelos, aunque también consume bastante cantidad de insectos y carroña.
   En Alba durante varios años y en primavera hemos llevado el control de depredadores como la urraca, llegando a capturar unas 55 por año  mediante el uso de distintos tipos de jaulas trampas y con el permiso de Medio Ambiente, estableciendo las fechas y lugar de colocación de las trampas, es una buena forma de ayudar o proteger nuestras especies cinegéticas de la caza menor especialmente la perdiz.

   


     Las jaulas son aparatos que tienen bastante éxito con las urracas. Consisten en poner un señuelo vivo de la propia especie a cazar o comida que llame la atención de los córvidos del coto, y unas veces por curiosidad y otras para defender el territorio, el caso es que la urraca se mete en algún compartimiento de la jaula y o bien es encerrada por un mecanismo de disparo al posarse en la percha, o bien queda cautiva sin poder salir una vez que entra en la jaula.
    Todas las jaulas deben controlarse diariamente para atender al cimbel vivo y hay que hacerlo al anochecer, para que no lo vean los córvidos vivos a los que vamos a capturar, retirando los que han caído y colocar otra vez las trampillas que caen al posarse el  visitante sobre una varilla o percha.
    También hay que tener mucho cuidado los días de lluvia o frio, pues el reclamo se nos puede morir si se moja  al no poder secarse o resguardarse del frio. En los alrededores de la jaula un trozo de albal o papel de aluminio es muy llamativo para que se acerquen a curiosear los córvidos de la zona.

TIPOS DE JAULAS
     Una de las más clásicas y  son las de cuatro compartimentos, y reclamo en el centro en el cual se mete el señuelo. Hay varias versiones de este tipo de jaula que se cierran con diferentes mecanismos, consistentes en la caída de una trampilla cuando entra a picar o curiosear al reclamo y pisa una varilla que dispara el tajadero.
     Otra jaula bastante eficaz es la jaula Buzón, que es una jaula de grandes dimensiones, de estructura metálica y revestida por los laterales y por el techo de malla de gallinero. Las medidas son de hasta cuatro por tres metros en planta y dos metros de altura, con una puerta lateral para manipular en el interior. El techo se forma de dos planos inclinados que confluyen en una especie de marco dividido por travesaños en huecos que permiten entrar perfectamente a un córvido, pero desde dentro, volando, es imposible salir. Un señuelo o comida invita a las cornejas o urracas silvestres a entrar, dejándose simplemente caer y quedando cautivas.
   Otra es  la jaula trampa que dispone de una  tobera de entrada en forma de embudo a media altura donde se coloca una  plataforma en la que se posan y por la que entran los córvidos andando en busca de la comida que se ve entre la malla o a picar al reclamo. En la boca interior hay flecos de alambre que favorecen la entrada, pero imposibilitan salir. Nosotros la hicimos de un metro cubico con entrada a media altura mediante apoyo y pinchos interiores que impiden el retorno.


   La jaula múltiple, octogonal, con cuatro compartimentos trampa y uno central donde se mete el señuelo, es uno de los modelos más eficaces para capturar urracas.