domingo, 4 de agosto de 2013

La Guardia Civil desarticula un grupo que introducía especies no autóctonas de caza mayor no autóctona en el medio natural

Entre los 14 detenidos hay dueños de fincas de Teruel, Ciudad Real y Cáceres

        La Guardia Civil ha desarticulado un grupo que se dedicaba a la introducción y suelta de especies no autóctonas de caza mayor en el medio natural, dentro de la operación 'RONO', por la que han sido detenidas 14 personas e imputadas otras dos.
   Entre los detenidos se encuentran personas residentes en las localidades de Artica-Berrioplano (Navarra), Zarza la Mayor (Cáceres), Valdetorres del Jarama (Madrid), Villanueva de Infantes (Ciudad Real), Zaragoza y Madrid, por delitos relativos a la protección de la fauna, flora y animales domésticos. Otras dos personas de Madrid y Ciudad Real han sido imputadas por los mismos delitos.
   La Benemérita ha señalado que se han inmovilizado 22 especímenes de ciervo que provenían de una granja alemana y otros 25 procedentes de las fincas implicadas en la operación. Los animales, que eran liberados en los terrenos de estos cotos para "renovar las líneas genéticas de las especies autóctonas y mejorar sus trofeos", ya están puestos a disposición judicial para la realización de las pertinentes pruebas periciales y científicas.



   Las investigaciones, según ha indicado, se iniciaron a principios de año cuando el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) tuvo conocimiento de que una persona, residente en Navarra, había ofrecido ejemplares de animales de caza mayor a los titulares de varios cotos privados de caza de Ciudad Real.
   La trama comenzaba con el traslado de los animales, desde su lugar de procedencia a través de transportistas de ganado que disponían de la autorización internacional. Posteriormente, una vez obtenidos los certificados intracomunitarios necesarios, se alteraba el número de autorización administrativa y su destino para poder soltarlos en terrenos enclavados en comunidades autónomas que tienen restringidas estas sueltas, según ha informado la Guardia Civil.
   Por su parte, los propietarios de las fincas implicadas a las que iban destinados los animales, se encargaban de solicitar autorizaciones para realizar sueltas de ejemplares de la misma especie, procedentes de fincas ubicadas en España y que disponían de los controles sanitarios necesarios para tener un respaldo documental ante la Administraciónen caso de inspección, según ha declarado. Sin embargo, las sueltas autorizadas "nunca llegaban a producirse y sólo se soltaba a los animales introducidos ilegalmente".