domingo, 15 de enero de 2017

Uaga exige medidas ante los daños causados por la fauna en los cultivos


       La Unión General de Ganaderos y Agricultores de Aragón (Uaga) ha pedido, ante la alarma generalizada generada por los daños en cultivos causados por diferentes especies de fauna, medidas que minimicen estas afecciones.
     En la provincia de Teruel, la organización agraria asegura que son notables los daños producidos por jabalíes y ciervos en las comarcas de Albarracín y Maestrazgo, así como por la cabra montesa en Cuencas Mineras, Comunidad de Teruel y el Jiloca, también afectada por jabalíes y grullas.
      Uaga apunta en una nota de prensa que los daños provocados por conejos, grullas, jabalíes, corzos, ciervos o cabras montesas en los sembrados de cereal y en las praderas obligan a los agricultores a resembrar, con los gastos y el esfuerzo que conlleva.
Estas especies, agregaron, también han provocado graves pérdidas en las cosechas de maíz, pero lo peor son las erosiones causadas por conejos que raden las ramas de los árboles y las cepas de frutales, olivos, almendros y viñas, ejemplares que mueren porque la savia no circula por ellos.
      Según dicen desde UAGA, en Aragón hay más de un centenar de pueblos en los que los conejos son una plaga; en Albarracín y Maestrazgo los jabalíes y los ciervos devoran el cereal sembrado y la cosecha de maíz; y la cabra montesa, "cada día más numerosa porque se caza poco en relación con lo rápido que se reproduce -indicaron-", está provocando daños en Cuencas Mineras, Comunidad de Teruel y en el Jiloca, zona en la que las grullas y los jabalíes también reducen la cosecha de cereal.
En las comarcas del Pirineo son los jabalíes los que destrozan sembrados de cereal y praderas y en Cinco Villas el paso de grullas y su reposo en zonas dónde ha habido arroz hace que se alimenten de los sembrados de cereal en parcelas colindantes.
     La suscripción de seguros causa un coste adicional para los agricultores, y para Uaga éstos deberían suscribirlos los cotos de caza y asociaciones de cazadores e indemnizar a los afectados.
     Uaga consideró que "es imprescindible que los cazadores se responsabilicen claramente, de una vez por todas, de los daños producidos por las especies cinegéticas, y las administraciones de los daños producidos en las áreas de influencia de infraestructuras y zonas protegidas donde no se puede hacer control cinegético".
Añadieron que solo los agricultores afectados por ciervos en la reserva de caza de Montes Universales, y los afectados por grullas en la laguna de Gallocanta disponen de ayudas agroambientales y que además éstos todavía no han percibido la correspondiente a 2016.

      Una de las que propone es autorizar el aumento de los cupos que se pueden cazar de algunas especies, el aumento de los días permitidos para cazar, el aumento de batidas o resaques y autorizaciones extraordinarias.


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