domingo, 13 de agosto de 2017

La sequia está presente en la caza de la media veda.


      Hoy se desveda en Aragon la media veda hasta el 17 de septiembre y la sequía se nota en el campo con poca paja y escasez de hierba y agua y los problemas de la agricultura se trasladan a la fauna.  Los agricultores retiran la poca paja y se disponen a labrar en las zonas que ha caído alguna tormenta. Estos procesos han afectado directamente a los refugios de la caza menor, que es la que se permite durante esta media veda: La codorniz, principal presa durante este periodo, se encuentra en un número muy bajo a consecuencia de la falta de lluvias y el pronto arado.



        Comienza una nueva temporada cinegética, aficionados a la caza estamos ansiosos de empezar, cambiando nuestro ritmo de vida y dejando unas aficiones o estar con la familia para echar más horas en el campo y con nuestros amigos cazadores y hay que recordar que el ejercicio de la caza combina una serie de factores que todos ellos hacen de este deporte no solo una actividad de ocio, sino que además permite el mantenimiento y equilibrio de nuestra fauna.
       Ir a cazar no es practicar una actividad lúdica sin más; antes de pisar el campo debemos ser conscientes que debemos cumplir con una serie de requisitos y obligaciones. No se trata de entrar en el campo con nuestras armas y disparar a todo aquello que se mueva; nada más lejos, el buen cazador es aquél que conoce nuestra fauna, y que respeta el ecosistema, no todas las piezas pueden ser cobradas sin más, como pudieran ser crías y hembras. Un buen cazador además de conocer las buenas prácticas cinegéticas, también tiene presente las normas y reglamentos.
    Además del cumplimiento de Leyes y Reglamentos, recordar que no podemos entrar a cazar al campo sin ir provistos del permiso de armas, de la o las licencias, y por supuesto de un buen seguro, más en estos días, con la entrada en vigor del nuevo baremo indemnizatorio que eleva considerablemente las indemnizaciones en casos de fallecimiento y lesionados graves, baremo que además de utilizarse para accidentes de circulación, también se aplicará para cuantificar daños personales producidos en otros ámbitos como es el de la caza.
       Los accidentes se producen en ocasiones de forma fortuita, por rebotes, pero sin duda, la gran mayoría de las ocasiones se llegan a producir por imprudencias bien de quien dispara, bien de la propia víctima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario